ADYD TALKS: Del cangrejo a Skynet
En esta entrega especial, Óscar Rodríguez nos llevará en un viaje a través del tiempo, compartiendo su experiencia personal y revelando cómo ha sido testigo del increíble avance tecnológico en el campo de la arquitectura desde que comenzó su carrera.
Nos contará cómo las tecnologías han transformado la forma en que se abordan los desafíos arquitectónicos, además de sorprendernos con un nostálgico recuerdo de un utensilio llamado “cangrejo” que solía utilizar en sus primeros años para crear planos. Nos sumergiremos en los recuerdos de Óscar y exploraremos cómo ha evolucionado y ha sido reemplazado por herramientas digitales más sofisticadas.
La experiencia personal de Óscar en el mundo de la arquitectura será una oportunidad única para comprender cómo ha cambiado la forma en que diseñamos hoy en día.
El cangrejo… menudo instrumento. Ni Sauron en sus sueños más lúcidos podría haber ideado algo tan maquiavélico.
…Un momento…
Un cangrejo, es un cangrejo. ¿Estamos todos de acuerdo de lo que estamos hablando? Ese cacharro que, junto con una plantilla con letras, utilizábamos para rotular en los planos.
Pues eso, que menudo instrumento. Quizás sea el utensilio que más recuerdo en los comienzos de mi profesión. No sé si porque me costaba mucho manejarme con él, o porque bien visto y ya con algo de nostalgia, realmente era un inventaco.
Y es que hemos cambiado a métodos de trabajo muy distintos y en muy poco tiempo. De dibujar en tablero, con el paralés y el rotring, a estar delante de una pantalla metiendo datos por teclado y soltando el rotring para coger un ratón (cangrejo, ratón… no sé qué vendrá después).
La evolución de la profesión ha sido muy rápida y no siempre fácil. En la escuela, en “el Filipinas”, básicamente la formación que recibíamos era en tablero (por el año 1996) y después de dar mucho la murga conseguimos que nos dieran una hora a la semana de AutoCAD12 bajo MS-Dos (Windows aún estaba en sus primeras versiones) y las copias de los planos las hacíamos con una fotocopiadora que utilizaba amoniaco. Que no os quiero contar como salíamos del cuarto después de hacer unas cuantas copias.
Así que con la formación en AutoCAD del instituto, unas prácticas que nos proporcionó un profesor del curso y las clases que me dio mi hermano (Topógrafo), empecé a trabajar.
Por suerte, las cosas han ido cambiando y en la FP ya van impartiendo clases con programas como AutoCAD y Revit. (algunos tienen más suerte aún, como los alumnos del IES Islas Filipinas que participaron en las BIM Olympics organizadas por ADYD Group)
Y es que el mercado laboral, como siempre, va más adelantado que la formación reglada. Desde el principio ya empecé a trabajar con tableta digitalizadora y plotter de tambor. El plotter de tambor… que cosa más hipnótica. La tableta dejo paso al ratón y el plotter ha quedado para cosas puntuales, ya directamente vemos todos nuestros planos en pdf.
En cuanto a los softwares utilizados pasamos de trabajar en un “tablero digital” como podría ser en las primeras versiones de AutoCAD, a trabajar en un entorno BIM. Donde en el mismo sitio que estamos dibujando (…vale, admito pulpo), perdón, modelando una instalación de saneamiento, hay otro compañero que está modelando bandejas de cables, otra persona está editando familias para que el ingeniero vaya a su vez metiendo datos y otro está con Dynamo preparando una scrip que nos va a rellenar de forma automática los 200 cajetines de los planos. Todo en el mismo sitio y a la vez.
El paso del CAD al BIM a nivel personal sí que supuso un esfuerzo considerable. Ya que después de una formación básica que nos dio ADYD Group en Revit, tocó meterse de lleno con uno de los proyectos estrella de esos años en las ingenierías, el metro de Riyadh. Se sudó tinta en ese proyecto, (al fin y al cabo los delineantes eran llamados antiguamente tintillas, así que algo de eso correrá aun por nuestras venas). Pero con la ayuda de mis otros compañeros de ADYD como con los de AECOM (la empresa a la que le dábamos soporte) salimos adelante. Y bueno, creo que se está construyendo y a punto de empezar a funcionar.
Pero como decía, este segundo cambio de CAD a BIM supuso una nueva adaptación. Seguimos trabajando con una pantalla (bueno, con dos o con tres) y con un ratón. Pero nuestras herramientas han ido en aumento. Programas tipo AutoCAD, Revit, Navisworks, Dynamo, plugins específicos, Excel, manejo de archivos en la nube… como decía antes: todo a la vez y en el mismo sitio.
Y es que, hasta cierto punto, nos parecemos un poco (unos más que otros, todo sea dicho) a Tom Cruise en Minority Report. Que vamos metiendo en nuestros planos información, vistas, tablas, perspectivas… Ahora mismo eso lo hacemos en nuestras pantallas con el ratón. ¿Cuánto tiempo vamos a tardar a que nuestro ratón esté en nuestra mano directamente? Y ya puestos, ¿cuánto vamos a tardar a que nuestros planos los genere una IA?
Porque ese es nuestro siguiente paso evolutivo en nuestra profesión y no vamos a tardar mucho. De hecho, ya hay empresas que empiezan a hacer sus pinitos con la IA para mejorar los flujos de trabajo, eficiencia y diseño de edificios.
Parece un poco de película. Pero Skynet ya está aquí. ¿Cuánto tiempo tardaran en implantarse métodos de trabajo con IA? Seguramente que poco tiempo. En unos cuarenta años hemos pasado del roting a los comienzos de la IA. Pero si hemos sido capaces de rotular con un cangrejo, también seremos capaces de educar, controlar y manejar a esa inteligencia artificial y si no se deja manejar… sayonara baby.
